Comparando lo que sabemos del viaje que, cuando era marino, efectivamente Conrad hizo al Congo, el de su personaje Marlow es acaso m?s complejo e interesante porque suma, a las dificultades pr?cticas, toda una serie de reflexiones y dilemas morales de los cuales nos enteramos a trav?s de la voz de dos narradores: el primero, uno de los innominados oyentes del relato de Marlow y, otro, el propio Marlow, protagonista de su historia y a la vez testigo de la del misterioso agente Kurtz. Se observar? entonces que hay all? tres planos superpuestos que permiten considerar la complejidad de un texto de apariencia sencilla, tan lleno de meandros y remolinos como el curso del r?o Congo que penetra «cada vez m?s adentro del coraz?n de las tinieblas», en las que se encuentra el alguna vez civilizado Kurtz, cuyo coraz?n es, asimismo, «de una impenetrable oscuridad». Jorge Fondebrider.
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