Los ni?os de los ?rboles

Estos poemas emprenden la b?squeda de la armon?a que acompasa las emociones humanas —el amor, el dolor de la muerte, la nostalgia del hogar perdido— y los ritmos de la naturaleza. Esa armon?a no puede sino percibirse a trav?s de la palabra, del nombre de las cosas, pero no el de todos los d?as, sino el secreto, el profundo, el otro nombre de los ?rboles.

In?s sabe que los adultos tienen raz?n al decir que los fantasmas no existen, y agradecer?a mucho que los muertos pudieran entenderlo tambi?n y la dejaran en paz. Andr?s tiene sus esperanzas puestas en una corbata azul con l?neas grises para escapar de la miseria y el maltrato que han marcado su infancia. Javier cree que s?lo siendo un h?roe lograr? ganar el amor de su madre…O de cualquier otro, que est? dispuesto a quererlo. En el viaje de crecer aprender?n que nuestras heridas no siempre crean cicatrices espantosas. Ser ni?os terribles no nos define como adultos horrorosos si reescribimos adecuadamente nuestra historia.

Todo nace de una mirada de reojo. El que promete juventud a la edad: ni del todo en la norma, ni en exceso tampoco. Pero algo que te hace crecer a ti y a los dem?s. Porque la virtud del artista y la de un doble movimiento de empat?a humana y distanciamiento de los dem?s y del mundo. Ofrece una perspectiva que abre nuevos horizontes entre personas, naciones y continentes. Maestros de los Sue?os participa de este impulso entre pueblos donde cada uno cultiva las ra?ces de su pa?s y, al mismo tiempo, ofrece una perspectiva ?nica reconocida universalmente. Los artistas presentes en este libro participan de este doble movimiento: la expresi?n de su lenguaje pict?rico o escrito, dentro del cual caminamos del asombro a la sorpresa. Y el alcance de estas sorpresas es internacional: los artistas tienen el don de tomar el pulso al mundo, con sus defectos, sus vacilaciones y sus revueltas. Pero sobre todo, nos animan a mirar m?s all? de lo visible, en una dimensi?n propia del esp?ritu a la que solo el alma puede conducirnos. Son incentivos para abrir el coraz?n a la espiritualidad, en su expresi?n m?s original. Se les considera maestros porque saben transmitir, a trav?s de sus sue?os, la posibilidad de que todos puedan realizar sus propios sue?os. Entonces, con el arte, los so?adores hablan con los so?adores y los esp?ritus hablan con los esp?ritus.

"Te acord?s, cuando yo era peque?o, tuve problemas". "Cuando nac?, yo no estaba ah?… ". Estas son las palabras de Vincent, de 11 a?os, al hablar de su historia. Cuando ten?a un poco m?s de 2 a?os, Vincent fue diagnosticado de autismo. En los a?os siguientes, tuvo la suerte de recibir una atenci?n multidimensional. Hoy, est? fuera de su burbuja autista. Ha accedido a la comunicaci?n, a la simbolizaci?n y al lenguaje. A partir de la historia de este ni?o, Bernard Golse repasa los ?ltimos avances cient?ficos y terap?uticos relativos al autismo, que cada vez se trata mejor a condici?n que los profesionales y los padres trabajen juntos, sin prejuicios ni dogmatismos, y que sepan aprovechar todas las t?cnicas de tratamiento y cuidado disponibles en la actualidad.

A?os 30. Teresita y Paulino han desaparecido. Emprenden un viaje rumbo al sur, sin destino fijo. Lo hacen en unos d?as en los que el desconcierto se apodera de los vecinos que habitan las aldeas castellanoleonesas en los meses previos al inicio de la contienda. En aquellas poblaciones de gente humilde donde todos se conocen, cualquier cambio o movimiento es detectado. Los rumores sobre lo ocurrido corren como la p?lvora. Algunos piensan que han huido, otros que los han matado. As? arranca El color de los sue?os, una novela en la que la verdad se esconde tras un camino te?ido de grises por la crueldad de una guerra que se torna sangrienta para gentes pac?ficas y austeras, fieles y leales. En esa Espa?a que cambia de color y sonido, con la armon?a rota y que se divid?a palmo a palmo, d?a a d?a, se forma el golpe que ocasiona la separaci?n de Teresita y Paulino en tierras andaluzas, territorio a?n desconocido para ellos.

?Qu? har?as si un d?a te despiertas en un pa?s lejano? Esto es lo que le ha pasado a Tavi, que de un modo inesperado, se ha encontrado en un pa?s tan ex?tico como Vietnam, el que recorrer? de sur a norte, junto a su inseparable compa?ero Xing Huang, en busca de un farolillo m?gico. Tavi tendr? la suerte de conocer una cultura muy diferente a la suya, aunque su camino no ser? de color de rosa, y deber? enfrentarse a diferentes adversidades: piratas malvados, un emperador engre?do, un territorio desconocido y un temible drag?n que mantiene a todo un pueblo en vilo. Durante esta fant?stica aventura, Tavi descubrir? el valor de la amistad, del trabajo en equipo, de la confianza en uno mismo; y que con una buena actitud y una pizca de astucia, puede ser capaz de lograr grandes cosas. VALORES IMPL?CITOS A trav?s de esta obra se muestran una serie de importantes valores, como son el respeto por las culturas diferentes a la nuestra, la confianza en uno mismo y en el compa?ero, la amistad, la bondad, el trabajo en equipo, el agradecimiento, el conocimiento, la persistencia y la paciencia para conseguir nuestros objetivos.

A 47 a?os de su publicaci?n, el lector tiene en sus manos un testimonio irremplazable. Un joven —Luis Gonz?lez de Alba— representante de la Facultad de Filosof?a y Letras ante el Consejo Nacional de Huelga, recrea la vida en el Palacio Negro de Lecumberri de los presos pol?ticos del movimiento estudiantil de 1968. Al mismo tiempo rememora los acontecimientos y el esp?ritu de aquel despertar que acabar?a por modificar de manera radical el ?nimo p?blico en M?xico. Asambleas, marchas, brigadas, debates, son el combustible de los recuerdos. Pero tambi?n, las esperanzas, los planteamientos, las diferencias, las corrientes pol?ticas que marcaron aquella movilizaci?n libertaria que se top? con el autoritarismo y la paranoia del poder. Los d?as y los a?os fue el primer texto publicado por uno de los dirigentes del 68 cuando a?n se les manten?a en la c?rcel; es un relato certero v?vido, informado, por momentos gozoso y por momentos tr?gico, un mural de los anhelos truncados de una generaci?n que reclam? y ejerci? la libertad en un ambiente opresivo; de unos estudiantes que reivindicaron la necesidad de un Estado de derecho y que inspiraron, queri?ndolo o no, a muchas de las generaciones que los sucedieron.