El Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valpara?so puede estar tranquilo y, m?s a?n, satisfecho. Este libro como todas sus publicaciones dan cuenta del precioso trabajo que realizan all? investigadores y estudiantes, con un ojo puesto en el avance del conocimiento y el otro dirigido a un p?blico atento e inquieto por saber m?s acerca de neurociencias y de c?mo estas no se encuentran volando lejos, sino muy cerca de nuestras preocupaciones m?s b?sicas como especie. Son relatos breves y diversos, atingentes a qu? tan inteligentes pudieron ser los dinosaurios, si es o no posible revivir el cerebro, a las neuronas de la sed y a la frecuencia de la picaz?n contagiosa, a las neuronas que nacen en el cerebro de un adulto, a la posibilidad de crear neuronas, a la sensibilidad de las plantas, a lo que tienen en com?n los ostiones y los telescopios, a las modificaciones cerebrales que pueden causar los celulares, a c?mo ataca al cerebro el CoronaVirus, a la hormona que hace retroceder el deterioro mental, y al reloj cerebral que controla la agresividad. Este libro, DeMente: Dos cabezas piensan m?s que una, trata precisamente de eso, de la mente y del cuerpo que la hace posible a la vez que reconocible, sum?ndose a la abundante bibliograf?a que est? produciendo el esfuerzo de divulgaci?n de un saber –la neurociencia- o de unos saberes –las neurociencias- que no dejan pasar un solo d?a sin asombrarnos con sus avances y con las sorprendentes tecnolog?as a que dan origen, produci?ndonos tanta fascinaci?n como inquietud. No hay que creer necesariamente en el relato del G?nesis para manifestarse de acuerdo con esta reflexi?n del te?logo jesuita Henri de Lubac: si Dios descans? en el s?ptimo d?a, ello fue porque en adelante alguien tendr?a que ocuparse del resto. Sabemos bien qui?n es ese alguien: la inquieta especie humana que conformamos, y que, sin ?nimo de parecerse a una divinidad, ni menos de suplantarla, se obstina en conocer y en conocerse a s? misma. (Agust?n Squella)
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