2022 / 2023 ASVAB For Dummies

Un fil?sofo considera si los argumentos cient?ficos y filos?ficos contra el libre albedr?o son raz?n suficiente para renunciar a nuestra fe en ?l. En nuestra vida diaria, realmente pareciera que tenemos libre albedr?o, que lo que hacemos de un momento a otro est? determinado por decisiones conscientes que tomamos libremente. Te levantas del sof?, sales a caminar, comes helado de chocolate. Pareciera que tenemos el control de acciones como estas; si lo tenemos, entonces gozamos de libre albedr?o. Pero en los ?ltimos a?os, algunos han argumentado que el libre albedr?o es una ilusi?n. El neurocient?fico (y autor de best-sellers) Sam Harris y el fallecido psic?logo de Harvard Daniel Wegner, por ejemplo, afirman que ciertos hallazgos cient?ficos refutan el libre albedr?o. En este atractivo y accesible volumen de la serie Conocimientos esenciales, el fil?sofo Mark Balaguer examina los diversos argumentos y experimentos que se han citado para respaldar la afirmaci?n de que los seres humanos no tienen libre albedr?o y que ?l considera exagerados y equivocados. Balaguer discute el determinismo, la visi?n de que todo evento f?sico est? predeterminado o es causado completamente por eventos anteriores. Describe varios argumentos filos?ficos y cient?ficos contra el libre albedr?o, incluido uno basado en los famosos experimentos neurocient?ficos de Benjamin Libet, que supuestamente muestran que nuestras decisiones conscientes son causadas por eventos neuronales que ocurren antes de que elijamos. Considera varios puntos de vista religiosos y filos?ficos, incluido el compatibilismo. Balaguer concluye que los argumentos en contra del libre albedr?o presentados por fil?sofos, psic?logos y neurocient?ficos simplemente no funcionan. No proporcionan ninguna buena raz?n para dudar de su existencia. Pero, advierte, que eso tampoco significa necesariamente que lo tengamos. La pregunta de si tenemos libre albedr?o sigue abierta; simplemente no sabemos lo suficiente sobre el cerebro para poder responderla definitivamente.

La investigaci?n sobre la historia de las universidades se incardina en una tradici?n que profundiza en diversos aspectos: poderes internos y externos -reyes y pont?fices-, sus miembros -escolares y doctores-, ense?anzas y estudios, patrimonio, ritos y costumbres. El an?lisis de la inserci?n en la sociedad de sus profesores y graduados, de sus saberes, exige especialistas diversos que aporten su conocimiento sobre distintas ?pocas y disciplinas para el avance de la historiograf?a sobre las universidades hispanas. En esta labor, el intercambio y la cr?tica son imprescindibles, as? como el contacto con la comunidad cient?fica a trav?s de la lectura y de la relaci?n con otros investigadores. Esta comunidad ha evolucionado, desde las antiguas c?tedras jerarquizadas, los grupos de presi?n y reparto de puestos del pasado a formar sectores abiertos, amplios y flexibles, una especie de «colegios invisibles» que se reconocen mutuamente sus conocimientos. Este volumen aborda la renovaci?n de los saberes hist?ricos e hist?rico-jur?dicos sobre la ense?anza superior, tanto de las facultades del Antiguo R?gimen como de la universidad contempor?nea, descubriendo, gracias a un trabajo que se apoya en esfuerzos anteriores, nuevos planos e implicaciones. Los temas referidos al derecho quedan, adem?s, en primer plano: facultades, ense?anzas, doctrinas, manuales, estatutos de las instituciones y los colegios universitarios, etc.

Denis Diderot, uno de los representantes m?s conspicuos del proyecto ilustrado, recibi? de Catalina II, en 1775, el encargo de redactar el plan de una universidad para su aplicaci?n al Imperio ruso. Diderot acept?, pero no elabor? el programa pensando solo en Rusia, que apenas conoc?a, sino tambi?n en Francia y, en general, en toda Europa. Un programa de universidad ilustrada para una sociedad despertada por las Luces. Doscientos treinta a?os despu?s de haber sido escrito, el Plan de una universidad contin?a siendo bastante desconocido, una pieza rara en el repertorio de su autor, pero es una obra muy actual y sugestiva, que nos ilumina sobre la concepci?n de los estudios universitarios que ten?an los ilustrados, y que nos ayuda tambi?n a recapacitar sobre lo que es o deber?a ser hoy la universidad y la ense?anza p?blica en general. Diderot desciende en este texto hasta los m?nimos detalles: no solo desarrolla el programa docente en las diversas materias, incluyendo la bibliograf?a m?s especializada, sino que precisa tambi?n hasta la forma de las aulas. Tres ideas b?sicas inspiran este proyecto: el elogio de la instrucci?n, la supresi?n de las barreras sociales y el car?cter p?blico y universal de la ense?anza superior. La utilidad social, la orientaci?n pr?ctica y los lazos con el conocimiento m?s actual son rasgos fundamentales de este programa. Diderot escribe pensando m?s bien en Francia, pero tambi?n en toda Europa, en la humanidad en general, la de ahora y la de siempre.