Esclavo de su propia esposa y la cruel suegra – Parte 1 "Norberto, me enga?aste y me traicionaste. No me respetas, me intimidas. Me tratas como a la se?ora de la limpieza, y si te apetece, deber?a extender mis piernas por ti. Nunca ir?s por mis deseos. ?Pero eso ya pas?! Incr?dulo, mir? a Gudrun. ?Estas palabras realmente salieron de su boca? Empec? a decirle algo. «Silencio y escucha lo que tengo que decirte». Por incre?ble que parezca, despu?s de todo lo que me has hecho a?n te amo, pero si quieres continuar viviendo conmigo y en este hogar, entonces tu vida cambiar? por completo. Tienes la opci?n o te mudas de inmediato, y con eso quiero decir que empacas tus cosas bien y listo. Por supuesto, eso tambi?n significa que tu jefe todav?a puede ver el video esta noche donde le has metido la lengua a su esposa en el cuello, o puedes comprometerte completamente a convertirte en mi esclavo matrimonial. Por el momento, por un per?odo de cuatro semanas, a partir de hoy”. Me qued? boquiabierto. Incr?dulo, mir? a Gudrun que me estaba mirando de cerca. Como a trav?s de un velo, percib? la risa traviesa de Corina. «Tienes la opci?n», repiti? Gudrun. "Pierdes todo para lo que trabajaste o mant?n todo. Sin embargo, si quieres decidirte por la segunda opci?n, espero que vaya al ba?o y se desvista. All? encontrar?s una caja de cart?n, all? hay algo que siempre llevar?s contigo. Luego vuelves desnudo para m?, caer? ante los ojos de mi madre y mi hermana frente a m?, tu amante matrimonial, de rodillas y bes?ndome los pies”. «?Est?s loca!», No pude sacar m?s. «Tienes exactamente cinco minutos antes de que tu vida se derrumbe como un castillo de naipes», amenaz?, con la voz fr?a. As? que no hab?a experimentado a Gudrun hasta hoy, pero estaba seguro de que ella quer?a decir lo que dijo. Mir? a las mujeres. Clara sonri? maliciosa y significativamente mientras Corina sonri?. "Oh, es solo un peque?o beso, Nobby. Y ni siquiera quieres mirar en el ba?o, ?qu? te espera all?? Furioso me levant? y fui sin decir una palabra al ba?o. Una vez all?, mir? alrededor agitado. ?Qu? quer?a decir con la caja de cart?n y d?nde estaba? Finalmente la vi en el peque?o tocador al lado de la ba?era. ?Qu? demonios es eso?, me pregunt?. Cog? la caja y mir? la imagen. Cuando me di cuenta de lo que significaba, me qued? sin aliento. Ella no podr?a pedirme eso.
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