Роботы

RA?L RICARDO ALFONS?N, un l?der democr?tico que supo echar luz al amanecer de la rep?blica. EN SU HOMENAJE La democracia nace de la voluntad de la ley, se consolida con el cumplimiento de los est?ndares republicanos y prolonga en el tiempo a trav?s de la pr?ctica social. Esta obra tiene el prop?sito de marcar sus lugares oscuros, aqu?llos que generan la sensaci?n de descr?dito y fracaso y una mirada descre?da de gran parte de la sociedad hacia el sistema democr?tico. Lo hacemos con el objeto de se?alar aquello en lo que hay que echar la luz necesaria para hacer visible los comportamientos inadecuados, que permitan desandar los caminos del desaliento y el escepticismo a trav?s de una reacci?n ciudadana.

En el cine de Almod?var conviven la comedia disparatada, el crimen y el drama familiar, lo grotesco y lo sublime, el colorido y la musicalidad de la Espa?a contempor?nea junto con el subyacer de las sombras del pasado.No obstante tal diversidad, aspectos de su vida personal, alusiones a otras artes y un profundo sustrato emocional enhebran su filmograf?a cual hilo conductor.Este libro examina ese hilo conductor, con especial ?nfasis en la capacidad del director para representar emociones en pantalla y generarlas en la audiencia.

Auf dem H?hepunkt seiner steilen Karriere unternahm der renommierte Z?rcher Herzchirurg Dr. med. Markus Studer im Jahr 2003 einen spektakul?ren Spurwechsel. Gerade 57 Jahre alt geworden, tauschte er das Skalpell mit 460 Pferdest?rken, den wei?en Arztkittel mit einem blauen Overall, die begrenzte Welt des Krankenhauses mit dem weiten Ausblick aus der Fernfahrerkabine. Danach fuhr er mit einem silbernen Stern an seiner Zugmaschine kreuz und quer durch Europa. Der Autor Markus Maeder lie? sich vom Fernfahrer mit Doktortitel auf den Platz des Beifahrers bitten und kutschierte mit ihm von der Schweiz bis ans Mittelmeer und an die Nordsee. Dabei erlebte er den Alltag der Fernfahrer, die Kilometer fressen, um uns unseren gewohnten Alltag zu garantieren, hautnah mit. Geschlafen wurde im Truck, geredet w?hrend der Fahrt, getankt dort, wo der Diesel am g?nstigsten war. Die Verpflegung erfolgte am Steuer, in Lastwagenkneipen oder an einem der Pl?tze, die Dr. Studer w?hrend seiner ?ber 1,2 Millionen Kilometer, die er in seiner Karriere durch ganz Europa gefahren war, aufgesp?rt hatte. Wer sich vom Autor Markus Maeder in die Welt des Fernfahrers mit Doktortitel entf?hren l?sst, erkennt: Derjenige, der sich entschlie?t, dem Weg seines Herzens zu folgen, misst sein Gl?ck nach eigenen Ma?st?ben. Wagt es, Tr?ume wahr werden zu lassen. Und W?nsche Wirklichkeit.

Fallecido en 2015, a los 63 a?os, Pedro Lemebel fue una de las figuras m?s originales de la cultura chilena.En este perfil, Catalina Mena reconstruye sus comienzos como cuentista en los a?os 80, cuando a?n era profesor en un liceo, y llega hasta su funeral realizado en la iglesia Recoleta Franciscana, con m?ltiples organizaciones –pol?ticas, de derechos humanos, en defensa de la diversidad sexual– alzando sus banderas, confirmando as? lo que desde hac?a 25 a?os era una verdad irrefutable: Lemebel hab?a traspasado las fronteras de los circuitos culturales y encarnaba, mejor que nadie, una ?tica de la resistencia.Insobornable, pero tambi?n veleidoso y excesivo, fue un personaje que irrumpi? con fuerza a comienzos de la transici?n democr?tica con Las Yeguas del Apocalipsis, en recordadas acciones de arte que este libro coloca en contexto, como una forma de valorar su excentricidad y fuerza corrosiva, su singularidad est?tica y consecuencia pol?tica.Luego, por medio de cr?nicas de prensa y radio que abogaban por el respeto a la diferencia, o que sacaban a la luz episodios vergonzantes de la dictadura, o que desmontaban el discurso triunfalista de los gobiernos de turno, Pedro Lemebel lleg? a ser, adem?s de autor best seller, objeto de estudio en la academia extranjera y punta de lanza de la cr?nica latinoamericana.

El guion no solo es la conceptualizaci?n escrita y visual de una idea. Aspira a ser una pieza aut?noma de ficci?n. Si lo que impone la escritura audiovisual de un guion es lograr «ver» en el papel la pel?cula que, hipot?ticamente, se transformar? cuando sea llevada a la pantalla en su filmaci?n y en la postproducci?n, el car?cter de la palabra como signo adquiere m?s relevancia a?n. Este libro propone que el guionista literario de ficci?n persiga que su pieza sea mirada como la palabra que se transmuta en imagen, aunque ni siquiera haya sido llevada a la pantalla cinematogr?fica